Quise volver a creer
en los santos de mi madre,
cuando un antiguo entender,
puso en mi mente a mi padre.
Fluyó el: Pienso, luego existo,
de Descartes, más Voltaire.
Duda y razón he visto
en este abstracto saber.
De mi padre la creencia,
marcó mi forma de ser,
sólo lo que existe y Ciencia,
nada más puedo creer.
Aunque mi madre me dijo,
con creencia y devoción,
“que Dios te bendiga hijo”;
no es fuente de mi razón.
En un tiempo inmemorial
asistía con mi madre
a la vieja Catedral,
dejando en casa a mi padre.
Pero ayer en una misa,
de aguinaldo, recordaba,
de mi madre que eterniza,
la oración que ella rezaba.
Y en la iglesia Catedral
al recordar a mi madre
una oración ancestral
quise rezar a mi padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario