jueves, 13 de noviembre de 2008

CORO ¿CIUDAD MODERNA O COLONIAL?

Coro: patrimonio moderno o medieval

Por: José Domingo Dupuy.

Con la llegada de Colón a la isla de Guanahaní, se abre un espacio literario que le da a América el privilegio de ser el punto de partida de dos corrientes del pensamiento artístico universal. Por una parte, Colón, sin proponérselo, inaugura un movimiento estético que tendrá su mayor época de floración, trescientos años mas tarde, encarnado en la pintura y poesía de la Hermandad Prerrafaelita y en figuras como Dante Gabriel Rossetti, los teóricos John Ruskin y Walter Pater y el poeta Swinburne con su pesía sensual y carnal. Pero, quien asume el esteticismo plena y personalmente fue Oscar Wilde con su fabulosa obra El Retrato de Dorian Gray. Al lado de Colón llega Américo Vespucio, quien le da a Europa toda la información inicial del Realismo Mágico del Caribe con sus cartas dirigidas a Lorenzo de Médicis y en su obra Cuatro Navegaciones.
El esteticismo de Colón se refleja en el Giornale di Bordo cuando escribe el 13 de octubre de 1492: “Luego que amaneció vinieron a la playa muchos de estos hombres, todos mancebos (...), y todos de buena estatura, gente muy hermosa: los cabellos no crespos, salvo corredizos y gruesos como sedas de caballo (...), y los ojos muy hermosos y no pequeños, y ellos ninguno prieto (...). Las piernas muy derechas”. Oscar Wilde dice de Dorian Gray: “Sí era, en realidad, maravillosamente gentil con sus labios escarlatas finamente dibujados, sus francos ojos azules, su pelo rizoso y dorado (...), allí estaba todo el candor de la juventud”. Se nota en estos pasajes las coincidencias estéticas y hedonistas de Colón y Wilde.
A la par con la llegada de los españoles en América y el Renacimiento en Europa, se inicia en el viejo continente la Edad Moderna; es decir, se deja atrás la Edad Media, que sencillamente fue una época profundamente religiosa, muy distinta al Renacimiento que fue una época pagana, muy parecida, por el ambiente mundano, a la antigüedad greco romana. En el Renacimiento, los arquitectos italianos le imprimieron a sus obras un carácter individual. Pero, en España, algunos autores, han negado la existencia del Renacimiento; otros opinan que llegó tardíamente y fue un eco del italiano. Lo cierto es que el Renacimiento español tuvo que luchar con el gótico llameante.
La arquitectura colonial en América es producto del encuentro y fusión del espíritu español (con marcada influencia árabe) y el aborigen. En Coro, el adobe, material milenario de origen egipcio, se impone por siglos en la fabricación de viviendas hasta los años cincuenta del siglo XX, cuando se abre un espacio a la modernidad con la construcción de obras arquitectónicas utilizando hierro y hormigón que como vemos llega tardíamente a nuestra ciudad. De estas construcciones se destacan, en pleno centro de la ciudad: El Ayuntamiento, sede del Concejo Municipal; el Hotel Miranda; el Colegio Salesiano Pío XII; la quinta Chalita, que fue del doctor Sirit Crasto; Restaurante Don Camilo; la quinta Alidita, hoy sede de una dependencia de la Alcaldía del Municipio Miranda; el Edificio de los Militares, llamado así por los corianos, abandonado y vuelto escombros y la Avenida Miranda donde se encuentran todas estas edificaciones nombradas. Igualmente, en la esquina de la calle Zamora con Hernández sobrevive, sin modificaciones desde su construcción, el Edificio Ávila. Todo este complejo arquitectural debería ser declarado Patrimonio de la Modernidad Coriana para que podamos liberarnos un poco de ese inconsciente colectivo, generado por la colonización, y puesto de manifiesto en las mentes de aquellos hechiceros de la historia y de la arquitectura coriana que han hecho de las viejas casas coloniales de adobes, una suerte de fetiche.
Coro celebra este mes 480 años de cabildo, tiene un sitial en la lista de ciudades patrimoniales de la humanidad por su complejo urbanístico de barro. Es cierto, un honroso mérito que celebramos y agradecemos. Pero, por qué conformarnos con un ciclo del pasado y cerrar los ojos al futuro sin entender que el proceso civilizatorio nuestro no depende sólo de un estamento social. Y que la cultura mestiza, la que se inició desde que Colón pisó San Salvador, reclama una parte de la herencia moderna que se daba en Europa y se enfrentaba con el oscurantismo medieval de carácter teocrático en aquellos tiempos. A Coro le hace falta, y le es justo, que en su arquitectura esté presente el rasgo de la Modernidad para valorar el mestizaje de su gente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno esto mingo. Estare pendiente de tus opiniones en este blog. Eduardo

Anónimo dijo...

Muy bien todo